A menos de 3 meses de la anunciada salida de Laura Sarabia de su cargo, se conoce que se posesionará en la dirección del Departamento de Prosperidad Social.
En la ceremonia de ascensos del Ejército Nacional, el presidente anunció (transcribo textualmente) “y mientras se investiga, mi funcionaria querida y estimada y el embajador de Venezuela se retiran del Gobierno para que desde el poder que implica esos cargos, no se pueda tener ni siquiera la desconfianza, de que se va a alterar los procesos de investigación”. Pues las investigaciones no han terminado, no se entiende entonces el cambio de posición en el caso de Laura Sarabia quien pasa a tener incluso fuero similar a un ministro.
Laura Sarabia, con nula experiencia administrativa, queda a cargo de 6 billones de pesos de la política social del gobierno y además con fuero ministerial y con todo el poder que le da esa chequera. Se da exactamente lo que dijo el presidente cuando anunció la salida de Laura Sarabia: la suspicacia de que desde el poder que implica ese cargo se pueda alterar el proceso de investigación.
Y como fue el mismo presidente quien insinuó que la salida de Laura Sarabia de la jefatura del gabinete era para evitar esas suspicacias, pues la entrada al gobierno no hace sino despertarlas. Y trae de nuevo a la memoria todas las revelaciones de Armando Benedetti en los audios ya conocidos por todo el país. Y entonces, ¿ese nuevo fuero especial del que gozará la nueva directora del DPS será para que guarde silencio sobre todas las maletas y sobre el flujo de dinero que se revelaron en los mencionados audios?
Y es que ese indicio de la entrada de dinero no reportado a la campaña presidencial no es el único, también han salido otros escándalos en la misma dirección. De hecho, con este, ya son 4 distintos escándalos de ingresos de dineros no reportados, agreguemos el dinero recibido por Nicolás Petro, el hijo no criado; el dinero de la empresa Negocios Varvill y los dineros del narcotraficante Juan Carlos López, alias “sobrino”. Estos últimos fueron revelados por el coordinador político de Colombia Humana en Casanare, Fabio Vargas, quien le contó a Caracol que hubo aportes por parte de la esposa y de la cuñada del narcotraficante.
Un factor importante en todo esto podría ser la misma Laura Sarabia, persona muy cercana -tal vez la más cercana- a Gustavo Petro durante la campaña. Ella era la persona que concentraba todas las comunicaciones del entonces candidato. De hecho, yo mismo estuve en contacto con ella tratando de conseguir que, el ya en ese entonces electo presidente, me concediera una entrevista para mi programa en La Bodeguita para limar asperezas luego de que me tildó de neonazi. Todas las solicitudes que le hice fueron rechazadas.
El regreso de Laura Sarabia es pues, a mi entender, un premio por su silencio y un escudo contra el proceso que se le está llevando a por las acusaciones de los abusos a la niñera, como fue haberla sometido al polígrafo y a las interceptaciones de su teléfono celular. Caso que tiene hoy un cadáver y en investigaciones a varios oficiales, entre ellos al coronel Feria, muy cercano al presidente.
Laura Sarabia parece respirar con más tranquilidad, al menos por ahora mientras que Armando Benedetti seguirá desempleado. ¿Tal vez consiga trabajo en el gobierno cuando salga a luz pública un nuevo audio? Y con un nuevo cargo, tal vez también reciba un fuero especial. Es que sin fuero no hay paraíso.
