Columna de
David Ghitis – @ghitis
Tuvo que enfrentar desde antes de posesionarse la más tóxica de las oposiciones la cual le montó una campaña de desprestigio sin igual. Desde medios periodísticos tradicionales y alternativos con el apoyo de estrategias bien montadas en redes sociales, se dedicaron a desinformar acerca de la obra de Iván Duque.
A pocos días de terminar su periodo constitucional, la desinformación acerca del estado financiero del país gira en torno a que -según dicen- duque dejó “la olla raspada” a pesar de que Ecopetrol obtuvo utilidades netas en el primer semestre de 17.1 billones de pesos, por encima de lo que dejo en todo el 2021 que fue de $16.7 billones lo que ya rompía récords.
El presupuesto para 2023 tendremos un presupuesto de $391 billones de acuerdo a la propuesta presentada por el gobierno lo que lo hace el mayor presupuesto en la historia del país, pero si es así, ¿por qué dicen que la “olla está raspada”? Pues bien, Ya una de las propuestas de Petro, la de darle trabajo a todos los desempleados, fue declarada inviable por el designado ministro de hacienda. ¿Y cómo se hace para incumplir lo prometido? ¡Fácil! Culpando al que se acaba de ir. De igual manera, el gobierno entrante debe justificar una reforma tributaria tan ambiciosa.
En materia de energías alternativas, Colombia incrementó en más de 100 veces su capacidad instalada gracias a granjas de paneles solares y de energía eólica, igualmente se empezó la implementación de energía geotérmica y se deja iniciado un proyecto de energía eólica costa afuera. Y ya empezamos la producción de hidrógeno verde.
Si bien es verdad que muchos de los que votamos por él quedamos decepcionados pues esperábamos más en varios aspectos, la verdad es que Iván Duque tuvo excelente desempeño en muchos frentes, empezando por la vacunación y la forma como el país enfrento la COVID-19 y la recuperación económica pospandemia. Colombia ha sido reconocida como ejemplo en esos dos puntos. Y debemos recordar la férrea oposición que encontró la ley de vacunas que por culpa de mezquindades demoró su trámite retrasando el inicio de la vacunación, pero a pesar de eso Colombia ocupa primeros lugares en porcentaje de vacunación.
¿Y su impopularidad entre muchos sectores del uribismo? Iván Duque no gobernó con sus amigos, pues muchos de los integrantes del Centro Democrático se quedaron esperando puestos en su gobierno mientras que algunos santistas conservaron sus cargos. Igualmente, Duque prometió en campaña cosas que no cumplió, como acabar con la JEP, Esto hizo que Duque debiera también enfrentar oposición desde su propia orilla también. El paro del año pasado y la toma terrorista de la ciudad de Cali a lo que se suman bloqueos en muchas vías del país y la demora en actuar con decisión también es un ponto negativo en su gestión.
Duque debió enfrentar una oposición irracional de sus opositores naturales y una oposición férrea de quienes debimos haberlo defendido. Lo malo es que tarde nos dimos cuenta de que allí estaban los motivos para defenderlo. Duque comunicó mucho durante la pandemia, pero dejó muchos temas sin difusión.
¿Qué podemos esperar del próximo gobierno? Seguramente seguirán usando a Duque de saco de boxeo y seguramente utilizarán el espejo retrovisor durante los 4 años. Hacer oposición es fácil, gobernar no lo es tanto. Los roces dentro del pacto histórico ya se empiezan a sentir y seguramente seguirán repitiéndose. Las promesas son muy fáciles de hacer, pero no tan fácil de cumplir. El presidente Gustavo Petro lo aprenderá muy pronto. Y ya no tendrá al uribismo para culparlo.