El 19 de junio más de 10 millones de colombianos eligieron a un exguerrillero como nuevo capitán del barco bajo la promesa del “cambio”, tras las premisas de que iban a romper con los viejos esquemas de la casta política que durante siglos había gobernado al país. Pero su discurso demagogo no logro llegar a las acciones; el pacto histórico es en realidad un pacto burocrático. No les importa el pueblo que tanto decían defender, solo les importa el poder y el dinero que podrán obtener de este. Que difícil será para nuestros compatriotas que cegados por una falsa utopía ahora deberán enfrentar propuestas bajo el liderazgo de las mismas maquinarias politiqueras. Los mismos de siempre, que hoy son los que conforman el gabinete presidencial del izquierdista electo.
Ese mismo que se ha querido mostrar como una persona pacífica, abierta al diálogo y entusiasta por sobreponer la unidad nacional del Gobierno Santos, que pretende conformar con todos aquellos que decidieron traicionaron su patria a cambio de hacer parte de los retroactivos que recibirán de la Reforma Tributaria.
Lo que más preocupa a los colombianos es todo lo que podría presentar esta nueva era que inicia este 7 de agosto, muchos podemos asegurar que será un régimen dirigido bajo ideas castrochavistas y ojalá, estemos equivocados. Es aún más aterrador que no haya una oposición sólida para contrarrestas el peligro inminente que se viene tras todos los indicios que ha dado conocer el socialista de Petro y su equipo. También es lamentable que el Gobierno de duque sea recordado como aquel que le entrego el país al señor de las bolsas, quien en estos momentos tiene
en un limbo a muchos ciudadanos.
Desde que el líder político de extrema izquierda Hugo Chávez fue presidente estuvo acompañándolo, e incluso el mismo Diosdado cabello se pronunció y dijo que el mismo fue en varias ocasiones a pedir ayuda a la dictadura para poder ganar las elecciones en Colombia.
Hoy el país sigue en grave crisis de corrupción, el gobierno Duque se ha encargado de agitar mucho más esa dicha para muchos politiqueros que han saqueado el país y que al parecer el señor de las bolsas podría seguir con las mismas artimañas de los mismos con las mismas en el poder.
Una muestra es la llegada de varios lideres políticos que gobernaron el gobierno de Santos y posteriormente, también estuvieron presentes en el de Duque, uno de ellos es el Liberal Mario Castaño quién alcanzó nuevamente su curul como senador en el Congreso pese a los señalamientos de liderar una red de corrupción por celebración de contratos.
Que esperamos los colombianos que haremos oposición que nos dejen realizar nuestros espacios de libertad sin ataque alguno por los mismos corruptos y el socialista de Petro.
Sin lugar a dudas esta era será inevitablemente un riesgo tanto económico como político.