Por Lucas Duran – @LucasDH41
Es verdaderamente sorprendente ver la capacidad que tienen los mismos burócratas de siempre de saltar de un puesto a otro, sea a nivel local, regional o Nacional. Buscan engañar a la ciudadanía Colombiana, que está muy ocupada trabajando o estudiando como para fijarse en su desempeño de manera objetiva y metódica, para no tener la necesidad de volver a buscar refugio en el sector privado, en un puesto sin influencia , sino para seguir viviendo del estado a punta de exageraciones, palancas, y contratos. El exdefensor del pueblo Carlos Negret, quien hoy aspira al Senado de la República por el amorfo Nuevo Liberalismo, es uno de esos burócratas que no se destaca por su gran gestión pública, sino por su capacidad de manipular narrativas, a tal punto que los partidos de centroderecha no se han empeñado en desmontar la falsa narrativa alrededor de su trabajo.
Vale la pena aclarar que llegó a la Defensoría debido a su cercanía profesional con Juan Manuel Santos y su decadente Partido de la U, que logró convertir 28 curules en el Senado en 14, y después lo dejó como un vehículo de mermelada que sobrevivía a punta de contratación y las ágiles maniobras de Dilian Francisca Toro. Aún así, su gestión no fue brillante, aunque se caracterizó por el romanticismo (igual que Fernando Carrillo) de los medios con sus viajes a las regiones de Colombia. Los datos son fríos, pero vale la pena defender la verdad que ellos muestran. Durante la Defensoría de Negret, trabajando con Ministros, Senadores y demás funcionarios afines en el Gobierno de Santos, lograron permitir que los homicidios aumentaran de 12402 en el 2016, a 12586 en el 2018, tendencia que iba en aumento hasta que el Gobierno Duque logró implementar sus políticas de seguridad, y que llevaron a una estable reducción en los homicidios anuales, a pesar de que Negret salió de la Defensoría para criticar al Gobierno Nacional desde la plataforma política de la Alcaldía de Bogotá.
No es muy amigo de la seguridad, y eso lo ha demostrado un sinnúmero de veces, como cuando presentó un reporte en diciembre pasado donde tildaba de “masacre” las protestas acontecidas el 9 de Septiembre de 2020, después de la muerte de Javier Ordóñez. Cabe recordar que en esos desmanes que denominan “masacre”, 75 CAI se vieron afectados, la mayoría incinerados y vandalizados por agitadores que toman inspiración de Chile y de Estados Unidos. 294 miembros de la Policía fueron heridos en menos de una semana, y por lo menos 141 ciudadanos también se vieron afectados. Vale la pena preguntarse, ¿le parece al Exdefensor que fueron seis días en los que la Policía y la Alcaldía decidieron perseguir indiscriminadamente a un grupo de activistas que estaban repartiendo florecitas?. Debería dejar a un lado su sesgo ideológico contra el Gobierno Nacional y pedir perdón por semejante desfachatez. ¿Por qué deslegitima el argumento de defensa propia de la Policía, conociendo las cifras de afectados?. Es verdaderamente descarado que se utilice un tema tan importante como lo son las protestas y los DDHH para ganar réditos políticos. ¿O fue coincidencia que esa misma semana Negret haya inscrito su candidatura?.
Cualquier persona puede buscar en internet y encontrar las afirmaciones del (afortunadamente) difunto Uriel, quien, junto a Petro, tildó a los CAI de “centros de tortura” e instó a los elenos de “acabar” con ellos. Para la socialbacanería, sin embargo, eran líderes sociales y activistas los que incendiaron la ciudad ese mes, a pesar de la inteligencia que señalaba a más de 40 grupos ilegales de infiltrar y dirigir las protestas. Vale la pena hacer una aclaración, no hablo de los miles de Bogotanos que salieron a manifestarse de manera pacífica y no encendieron a piedra (o a molotovs) al CAI de su UPZ. A pesar de no ser Duquista, coincido en que no es apropiado usar eso de arma política de manera tan descarada, aunque, al hacerlo, demostró que el Nuevo Liberalismo y el ala de Carlos Fernando Galán son compinches de Claudia López.
¿Quieren más pruebas de que el señor no es alguien con una fuerte formación ideológica? Hablando del mismo incidente en Septiembre del 20, dijo textualmente que “Una de las expresiones ciudadanas de indignación frente a lo ocurrido con Javier Ordóñez en la madrugada del 9 de septiembre fue el uso de la violencia contra bienes públicos y privados, particularmente los que representan la institución policial…”. Es decir, para él es una expresión válida de indignación ciudadana salir a destruir media ciudad porque dos Policías (de una institución de miles) actuaron de manera indebida. Cualquier ciudadano que vote por él al Senado debe tener presente que este responde únicamente al dueño que más puestos y más poder reparta, y a las crecientes presiones de las oenegés.
Volvamos entonces a su gestión en la Defensoría; si bien hoy día sale a decir que hay que proteger a los líderes sociales y se autodenomina una persona que sabe de DDHH, fue durante su gestión (2016 – 2020) que precisamente aumentaron los homicidios a líderes sociales (según Indepaz) en un 690.5%, incluso considerando que el aumento habría sido mayor si Indepaz no hubiera reconocido los avances en el Gobierno Duque. ¿Cuáles derechos humanos defiende?. Debemos entender que el derecho a la vida es el más importante de todos, pues no puede haber libertad, búsqueda de la felicidad y seguridad para alguien que no existe. En el 2019 Carlos Negret pedía “No estigmatizar a los líderes sociales”, al parecer es preferible que no los estigmaticen a que puedan seguir con vida, pues lo único que se hizo fue registrar las amenazas y pedir que otros funcionarios hicieran algo al respecto.
Carlos Negret personifica el Santismo, ese mismo que se degeneró a una bola burocrática que sólo sabe quejarse del el Gobierno Duque y alabar la paupérrima gestión de la Alcaldesa López. Es un intento desesperado de la centroizquierda de no verse aniquilada por su propia ineptitud para gobernar y su hipocresía con temas como la seguridad y la corrupción. Si los Colombianos queremos que nuestros Senadores defiendan la institucionalidad, digan las cosas sin pelos en la lengua y sean guardianes de la democracia, la forma de lograrlo no es votando por gente que carece de formación ideológica y aprovecha cualquier oportunidad para sacar provecho político. Tal como lo dice Petro en su libro, el Santismo es el fundamento ideológico del Petrismo. Si detenemos al Santismo y sus planteamientos, lograremos frenar en seco al Petrismo.
Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad del columnista y no representan necesariamente la posición de La Bodeguita